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Tu trabajo no es lo que haces, sino la meta que persigues.
Fred Kofman
El trabajo en las organizaciones es para los líderes de equipos un desafío constante. El líder debe ser una inspiración para su equipo. Debe ser la persona encargada de alinear a sus miembros dentro de la organización en la búsqueda de un objetivo común incentivando el compromiso interno de cada uno de los colaboradores.
La colaboración, coordinación y comunicación son algunas de las herramientas fundamentales que deben guiar el comportamiento de los miembros en la organización para así crear una efectiva cultura organizacional, que haga frente a la infinidad de problemas que se presentan al interior de la organización.
Las organizaciones están inmersas en un entorno volátil, de incertidumbre, complejo y ambiguo al que no es fácil sobrevivir en la medida que no se adapten a los cambios.
Hay organizaciones que han demostrado tener problemas de desinformación, desvinculación, desorganización y desilusión, problemas que no se pueden resolver sin aplicar soluciones o herramientas acertadas de liderazgo. En estos casos las empresas suelen sortear las dificultades en el corto plazo lo que no significa que hayan encontrado una solución del problema a largo plazo, lo que las aleja de poder estar preparadas para hacer frente a futuros cambios.
El presente que nos toca vivir nos indica que no hay tiempo que perder. Debemos enfrentar los cambios desde el comportamiento y el conocimiento. Para esto necesitamos de talento, creatividad y agilidad.
No me gusta calificar a este momento que estamos atravesando como “la nueva normalidad”. Es parte del presente al que debemos hacer frente. No puedo saber si es más o menos normal, simplemente es distinto, diferente a lo que estábamos habituados.
Podría pensar que la normalidad a la que se hace referencia está relacionada con la cultura de cada organización, como se auto-percibe cada organización, sus creencias, valores y normas en pos del propósito de la empresa. El que tengamos que trabajar de manera distinta, en algunos casos, a como estamos acostumbrados, hace parecer que los valores, creencias y normas deben de cambiar o desaparecer. Pues no, el propósito de la empresa no cambia. El cambio radica en la manera de llevar adelante el trabajo o el rol que tenemos asignada, por ejemplo pasar del trabajo presencial al virtual, y en muchos casos los colaboradores u organizaciones no están adaptados. Es un impacto que irrumpe en nuestra relación intrapersonal como también en las relaciones interpersonales tanto en el ámbito laboral como el privado.
Es un cambio global que se viene gestando desde hace un tiempo, tiene que ver con la llamada cuarta revolución industrial: La transición hacia la sistematización digital. Un cambio que impacta en el desarrollo tecnológico y comunicacional.[1]
COVID 19: DE UN MOMENTO A OTRO TRABAJO REMOTO
La YPO es una comunidad global de liderazgo conformada por directores ejecutivos. La comunidad cuenta con alrededor de 29.000 miembros que comparten la creencia de que se necesitan mejores líderes y mejores personas que marquen la diferencia en las vidas, las empresas y el mundo. Esta comunidad realizó una encuesta a más de 2.750 CEO’s para comprender por ejemplo el impacto comercial que esta pandemia ocasiona en los negocios. De los resultados la mayoría de los líderes hablaron de haber experimentado efectos negativos y otros seguramente los experimentarían en el corto plazo, ahora, si bien esto depende de una generalidad y de cómo se manifieste la pandemia en los diferentes lugares, los líderes encuestados, prevén una inversión fija total y el número de empleados igual o superior dentro de un año en comparación a los niveles anteriores a la pandemia.[2]
Encontrarnos todos los días con nuestros compañeros y colaboradores en el trabajo, es parte de la cultura de cada empresa. Es el tiempo para vernos, hablar, expresarnos, contarnos, compartir un café, el almuerzo, las reuniones de equipo todas estas interacciones que aumentan la confianza, el consenso y el liderazgo personal.
De un momento para el otro nos dicen que debemos trabajar remoto. Muchas organizaciones, más allá de tener la tecnología necesaria, no contaban con que sus trabajadores o colaboradores no estuvieran preparados, experimentados o acostumbrados a trabajar durante la totalidad de sus horas de trabajo los días laborables con esta modalidad, a lo sumo algunos de ellos trabajaban desde un lugar que no fuera la oficina uno o dos días a la semana.
Desde mi experiencia personal me ha tocado trabajar con personas para organizaciones, que me han manifestado que todo el tiempo se sienten estresadas cada vez que deben conectarse de manera remota. No se sienten cómodas de estar conectadas a través de una plataforma virtual agregado a esto la falta de experiencia con las herramientas virtuales, que comparten el espacio donde están trabajando con la familia, que no es fácil concentrarse, que necesitan estar en contacto con los papeles lo que me hace pensar en resistencia a afrontar y abordar los cambios.
Este es un cambio que llega para quedarse, es el nuevo paradigma. Este cambio ya estaba en proceso, el covid-19 solo lo aceleró. Es como entrar en una nueva era para la que se necesitan líderes flexibles, abiertos, que tengan capacidad de ver y aceptar los distintos puntos de vista; que puedan cambiar su modelo mental; que tengan la capacidad de accionar de manera ágil; ser inteligentes emocionales para gestionar sus emociones y ayudar a gestionar las emociones de sus colaboradores y compañeros.
La empresa Gallup que realiza investigación de mercado, llevó adelante una encuesta con más de 10.000 encuestados en el mundo en el marco del contexto actual y reveló que los colaboradores buscan cuatro aspectos fundamentales en los líderes: confianza, compasión, estabilidad y esperanza. [3] Lo que los empleados necesitan dentro de las organizaciones es encontrar en sus equipos de trabajo personas que estén dispuestas a liderar considerando estos aspectos donde se involucra:
· Tener un plan de acción claro.
· Tener presente cuál es el propósito de la organización.
· Lograr que las personas estén capacitadas y preparadas para enfrentar los posibles cambios.
· Mantener revisado el material de trabajo, los equipos tecnológicos.
· Velar por el interés y bienestar emocional de los compañeros y colaboradores.
El liderazgo no depende del rol que la persona desempeña. Líder es quien cuenta con la capacidad, las competencias y las habilidades para hacer frente a las necesidades. Inspira e incentiva al compromiso interno de las personas. Cumple un papel fundamental en la gestión de las emociones: acompaña, reconoce y acepta la emoción para que cada persona quiera dar lo mejor de sí misma, colaborar con sus equipos de trabajo y adaptarse rápidamente a los cambios.
Manuel Garrido
Coach Profesional
Bibliografía
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_industrial_etapa_cuatro
[2] https://www.ypo.org/es/2020/03/ceos-weigh-in-on-covid-19-pandemic/
[3] https://www.gallup.com/workplace/297497/covid-employees-need-leaders-right.aspx
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